Tolerancia y Coherencia.

A veces no medimos nuestros actos y exigimos cosas que nos somos capaces de dar, curiosamente, justamente aquellos a los que se les llena la boca hablando de tolerancia en lo que se refiere a sus costumbres y creencias (religiones, preferencias políticas, razas ,etc..), aquellos que claman y ponen el grito en el cielo por cualquier mínima ofensa, real o imaginada, a lo que tiene para ellos un valor emocional, aquellos que exigen, no ya respeto a sus personas y pensamientos, sino reverencia para sus propias ideologías, resultan ser casi siempre aquellos que luego consideran que las creencias, emociones, ideas y actos de los demás tienen menos valor que las que ellos han recibido o adoptado. Es aquí cuando la tolerancia la exigen, pero no son coherentes, no medimos el daño que somos capaces de hacer solo por que la otra persona no tiene las mismas costumbres e ideologías que nosotros y pensamos que estas personas están erradas.

Si quieres que te respeten, respeta. Si no quieres que te juzguen, no juzgues.

Ciertamente observamos a diario este tipo de situaciones en nuestra vida cotidiana, sobre todo cuando vemos que los lideres del gobierno manifiestan en repetidas ocasiones la falta de tolerancia y coherencia entre lo que dicen y lo que realmente terminan haciendo, es allí cuando muchas personas que no tengan claro lo que significa estos valores se dejan influenciar y motivar por este tipo de ejemplo a mi manera de ver negativo para poder respetarnos unos a otros, ahora bien yo sugiero que para poder inculcar estos valores en nuestra sociedad venezolana, primero tratar desde nuestros hogares crear conciencia y reflexionar como grupo familiar para enseñarle a los niños estos valores, segundo, en las escuelas y centros de estudios a nivel general fomentar ejercicios en grupos que les permitan manejar ese tipo de situaciones y aprender el deber ser, y tercero el estado y sus gobernantes deben ser los garantes en fomentar con el ejemplo en su manera de expresarse y de actuar, para que de esta manera podamos mejorar nuestras relaciones interpersonales valorándonos como seres humanos que somos, y sobre todo ser civilizados para poder mejorar cada día como venezolanos.

Esas situaciones ya son algo cotidiano, la mayoría de los ciudadanos viven con un nivel alto de estrés y al exponerse en ese tipo de situaciones reaccionan de formas incorrectas, porque ciertamente todos queremos lo mejor y para que eso resulte tenemos que empezar por uno mismo sin importar que el otro no colabore ya que en algún momento se dará cuenta que también debe de cambiar para que estas cosas no sigan sucediendo y todos podamos convivir de manera efectiva.

Todos hemos pasado por situaciones similares. Pienso que en este tipo de casos hay que pensar antes de actuar, ya que esto permite que las cosas nos salgan de mejor manera. Antes de actuar podemos pensar con claridad cuales serian las consecuencias de las acciones que queremos tomar.debemos ser coherentes y prudentes para que estas sean positivas y no negativas. Debemos reflexionar la situación antes de cometer un error y así convertir ese problema o conflicto en una solución efectiva sin inconvenientes al momento de nuestros actos y sin afectar nuestro alrededor.

No puedo evitar comentar que sencillamente muchos de nosotros siempre vivimos en el constante intento de aparentar ser quienes no somos, sea para "bien" o para "mal"; y hago uso de comillas porque no considero que dichos conceptos realmente existan. Me parece que muchas veces no somos coherentes en nuestros actos, por ejemplo: aparentamos el respeto cuando nuestros pensamientos nos piden a gritos que demostremos que somos superiores a la persona a la que buscamos "respetar". El humano se ha acostumbrado a vivir de apariencias, tanto que no es algo que conscientemente y sin ayuda podamos revertir. Pensamos que el hecho de respetar es contener muestras de superioridad para no herir a quien consideramos inferior, cuando eso es lo de menos. El verdadero respeto se lleva dentro de cada ser, y es imposible de demostrar. Nadie nunca sabrá si tiene o no mi respeto, dado que lo que muestro es una fachada respetuosa; así como quien limpia la fachada de su casa para ocultar el desastre que adentro esconde, o quien expresa calma cuando dentro de su ser hay un verdadero infierno. Ahora bien, si mostramos respeto que no sentimos entonces lo que hacemos es crear un caos interno. Y lo que somos, lo irradiamos inevitablemente. Entonces a partir de ese punto de conciencia hay dos opciones: somos verdaderamente respetuosos o no lo somos. Si deseamos no serlo, al menos no estaremos creando un caos interno pero quizá si uno externo a pesar de estar en paz y calma por dentro; por lo que la opción que considero viable es ser realmente respetuosos. ¿Cómo? Siendo humildes, pues no hay respeto sin humildad ni tolerancia sin respeto. La humildad es simplemente el hecho de no creerse superior a los demás. Y cuando somos humildes, inevitablemente respetamos a todos; por lo que comenzamos a vivir lo que es la verdadera tolerancia en paz.

En estos momentos en Venezuela la tolerancia esta casi que en extinción por asi decirlo y considero que una de las mejores formas de empezar a promover la tolerancia tendria que ser siendo tolerante uno mismo y dar el ejemplo por que una persona que no sea tolerante no podria hablar de tolerancia ni dar el ejemplo a las demas personas.

En algunas ocasiones por el hecho de haber tenido un mal día no pensamos en las consecuencias de una situación incomoda, tenemos que tomar en cuenta que debemos pensar antes de actuar, no solo en un trafico si no que también podríamos estar en el trabajo, en la universidad o con la familia y por no entender lo que queremos no nos importa lo que las demás personas piensan, siempre hay que tener en cuenta que aunque tengamos mil problemas las personas que están a nuestro alrededor merecen ser respetas ya que si exigimos que nos respeten debemos manejar la paciencia aunque la situación no sea agradable y respetar a los demás. Si nosotros como venezolanos queremos una mejora debemos tomar la iniciativa y actuar de manera adecuada para así poder enseñar a los demás que esta mal lo que hacen.